Por : César Pallavicini, gerente general de Pallavicini Consultores y presidente Comunidad Profesionales de Riesgo Operacional
Durante el año pasado muchas empresas, en especial las más grandes, anunciaban y hacían publicidad del gran desarrollo de la Transformación Digital en Chile. Y desde las propias instituciones del Estado se decía que a nivel país se avanzaba en la verdadera digitalización nacional y que cada vez más las personas hacían de forma exitosa sus trámites en línea.
Con fecha 11 de noviembre de 2019 se publicó la Ley 21.180 de Transformación Digital del Estado. Su finalidad era dar inicio al proceso de digitalización y modernización de los órganos de la administración pública. Se informó que Chile avanzaba en la ciberseguridad con portales muy seguros, incluso dando a conocer la Política Nacional de Ciberseguridad y que se actualizarían las leyes de Delitos Informáticos, Infraestructura Crítica y Protección de Datos, por mencionar las más relevantes. En otras palabras, el mensaje era que estábamos en la revolución industrial 4.0. ¿Qué ocurrió en octubre de 2019? Algunos sitios del Estado fueron hackeados, dejando en evidencia sus vulnerabilidades.
Ahora, con la Pandemia que provoca el COVID-19 queda en evidencia, además de la falta de coordinación y el poco conocimiento de algunas autoridades de temáticas tecnológicas, que la tan comentada Transformación Digital y sus avances no son tan reales. Algunos ejemplos. Se han visto aglomeraciones en las cajas de compensación. ¿Por qué no se le ha entregado una cuenta Rut a cada pensionado? Se han visto largas filas para cobrar el Seguro de Cesantía. ¿Dónde están las mejoras para hacer el trámite por Internet? Se registraron aglomeraciones para la renovación del permiso de circulación en distintas comunas de Santiago. ¿Dónde está la integración tecnológica del ecosistema para agilizar y facilitar el trámite? A eso se puede sumar el colapso de farmacias y supermercados, intentando hacer comercio electrónico y de algunos servicios bancarios cuyas plataformas web no dieron el ancho de la demanda. Hubo clientes que debieron ir a firmar documentos. ¿Y la firma electrónica? Estamos en el siglo 21, donde los sistemas de información debiesen funcionar en línea y perfectamente. Existen servicios Cloud, Inteligencia Artificial, Robótica, Internet de las Cosas, comunicación 5G, Big Data y otras realidades digitales, pero en Chile mucho se habla y poco se hace, menos se avanza. El teletrabajo exige la mejor Internet que las compañías de telecomunicaciones puedan proveer y un servicio continuo. A la fecha ya existen sectores con caída del servicio y muchos con lentitud. Hoy sin Internet se paralizará el País. Esta Pandemia obliga a un análisis detallado y crítico del estado del arte de las tecnologías de la información y comunicaciones, pero más aún de su verdadero y real impacto en el quehacer ciudadano.